Ocurrencias

Recientemente podemos encontrar en diversos soportes en la ciudad de Madrid Carteles de la representación del Diario de Ana Frank en teatro. Para los que aun no conozcan esta historia, está basada en un hecho real del diario que escribe una niña judía contando cómo, durante el nazismo, su familia fue brutalmente perseguida. Hasta aqui todo tristemente correcto. O no. Porque resulta que la obra en cuestión es (redoble), un MUSICAL! Bravo! ¡mentes preclaras del mundo de la cultura! ¡Ya era hora! La sociedad moderna llevaba ya demasiado tiempo sin frivolizar acerca del exterminio de millones de personas... ¿porqué representar la crudeza de presos politicos amontonando los cadáveres de sus compañeros con lágrimas en sus ojos, pudiendo hacerlo cantando? Todo entra mejor, "bien masticadito", y nunca mejor dicho. Porque (segundo redoble), encima se representa en el TEATRO HAGËN DAZS, con lo cual te puedes tomar un refresco con mucho "gas" (directo desde las cámaras), y un "helado hasta los huesos" con extra de toppings rojo sangre sobre barquillo artesano hecho en Auswitchz.

¿Y porqué no hacen un videojuego con las torturas de Guantánamo?
O mejor, un monólogo cachondo, cachondo acerca del huracán Katrina... nononono,
mejor que todo esto... La matanza entre Hutus y Tutsis a machetazos, sobre hielo... Ya puestos...

Ánimo que ya queda menos para otro ataque de imaginación.