martes, 24 de junio de 2008

Crisis existenciales

Llevo en este mundo (si sumamos el vientre materno), la friolera de 33 años. Y no hago más que encontrarme a mi alrededor a gente con una profunda crisis existencial.

Desde pequeño me he sentido feo, inseguro, tratando siempre de integrarme y de agradar a gente que no lo merecía. Ya pasó, no me muero, aqui se viene llorado de casa. Pero con esto quiero decir que me sirvió desde pequeño para hacer introspección, para conocerme, para ser mi mejor amigo y no tener miedo, como tienen otros, a estar a solas con mis pensamientos.

Nunca fui buen estudiante, prefería aprender por mi cuenta. Nunca fuí un seductor. Aprendí de dolorosas derrotas y de echar al fuego mis vísceras una y otra vez. Y nunca encontré felicidad o placer en la droga. Nunca me interesó, ni me pareció solución a nada. Por eso mismo llevo unos cuantos años viendo cómo los demás se han drogado, se han casado o terminado una carrera o trabajo de éxito (algunos las tres cosas a la vez)... mientras yo desperdiciaba mi tiempo buscando cosas tan banales como el sentido de la vida o el de mi propia existencia.

La crisis de los treinta existe. Pero si por la gente fuera siempre estaríamos en ella. La unica forma de salir de ella es viajar en el tiempo. Es decir, haber empleado nuestra vida en cultivarnos, conocernos, averiguar lo que queremos (o más bien lo que no), y llenar así nuestro espíritu de inteligencia emocional. Esa palabreja que no dice nada pero lo define todo.
Pero no podemos viajar en el tiempo. No podemos retroceder y leer todo libro que caiga en tus manos, reflexionar mientras los demás juzgan con ligereza, o emplear tu vida en disfrutar cada buen momento como si fuera de oro, por los diez malos anteriores.

Pues joderos, que ahora yo soy feliz. Tal vez sea mi pequeña venganza por tanto desprecio infantil (los niños no son crueles... algunos simplemente son unos auténticos hijos de puta), pero lo cierto es que lo soy. En términos absolutos.

Hace poco quedé con unos ex-compañeros de curro. Me preguntaron como estaba, y yo les dije:
-Ah, pues muy contento!
-¿Ah, si? ¿Y eso? ¿Estás bien en el curro?
-No, no especialmente.
-¿Has conocido a alguien especial?
-No, tengo mis lios por ahí, pero ahora mismo estoy solo...
-¿Entonces?

Entonces. Como si la pareja y el trabajo fueran los pilares básicos de la felicidad... que si es asi, mal andamos. TODOS. Lo cierto es que no pude explicarles porqué, pero así me sentía y siento.
Como tampoco puedo explicar a la gente qué hacer si ahora están en crisis... más que escucharse a si mismos, no depositar su felicidad en ningun/a otro/a, y no sentirse culpables por merecer ser felices. Todos nos aburrimos, todos nos separamos de nuestras parejas, a ninguno nos suele gustar nuestro jefe/trabajo/empresa o sueldo. Pero... ¿y qué?
Sólo nosotros tenemos la culpa por depositar nuestra felicidad en otros, en situaciones o cosas, en vez de disfrutar el momento. La vida es ahora. NO cuando consigamos tener el trabajo de nuestra vida o la pareja perfecta... porque ¿Y si éstos no llegan nunca? ¿Vas a pasar por la vida, o vas a dejar que la vida pase por ti?

33 años para entender, asimilar y practicar esta verdad fundamental.
Lo demás, es paja.

La tontuna sin fin

Desde que soy pequeño mi madre usaba un término para definir a los adolescentes. No desaprovechaba oportunidad para explicarnos que adolescente viene de adolecer, es decir, sufrir, y que era una enfermedad que se cura con la edad... (esto último no lo tengo muy claro). Ese término genial es "tontícola". Un eufemismo usado por ella por no calificar a las chorradas que hacíamos como gilipolleces.
Pues hoy he descubierto que afortunadamente hay más gente que, como yo, piensa que podría existir una especie de complot (o comploz como dirían ellos), para perpetuar la estupidez humana sobre la tierra.

Así que echadle un vistazo a este video, que no tiene desperdicio.

Pero yo añadiría, ante la frase genial de "Los tontiploster fuimos elegidos para que la chorrada no se extinguiera del mundo", un par más de insignes personajes que pertenecen a esta Logia secreta.

-La gente que pide que cualquier mamarracho que sale en la tele le firme un autografo. ¿Para? ¿Por? ¿Según? sin, so, sobre, tras que te vas.
-Los que van a San antón a que les bendiga la puta mascota.
-El anuncio de Herbal Essence. En concreto TODOS.
-Las fiestas de pueblo en las que lanzan cabras de campanarios, toneladas de tomates o petardos. ¿No pueden beber como adultos sin buscar una excusa?
-Los que afirman que cuando Alonso mete la pata es por exceso de ímpetu. Claaaaro, lo hace tan bien, que le sale mal, no te jode (el calvo de telecinco).
-Los que mandan cartas en cadena, amenazas de supuestas bombas tal día a tal hora o powerpoints chorras que sólo hacen peligrar amistades y reputaciones.
-El equipo al completo de "Donde estás corazón"

A todos: Gracias. Porque de vosotros alimento mi blog. ¿Cómo sería del mundo sin las chorradas? Yo os lo diré: Mejor y más civilizado...

O no.

domingo, 15 de junio de 2008

De "rositas"

No se le pueden pedir peras al olmo. Y tampoco al gobierno cosas que no estan en su mano. ¿Acaso a alguien se le escapa (parece que a todos), que el gobierno, ni éste ni ninguno, no controla el precio de los carburantes en el mercado? La reciente huelga de transportistas solo ha puesto de manifiesto dos cosas. La primera, que la gente sigue viviendo con una enorme "psicosis de guerra" acaparatoria, que les obliga a acudir en masa al supermercado ante la inminente escasez de papel higiénico. Dos días, a lo sumo tres, ya ves tú, sin poder limpiarse el culo con su papel favorito. Y la segunda, que (una vez más), erramos el tiro cuando culpamos al gobierno de nuestras desgracias diarias. Politiqueos y tendencias aparte, los unicos culpables de la famosa crisis, son una vez más las empresas. Piden al gobierno por activa y por pasiva que baje los impuestos o "tendrán que despedir a gente"... y claro, la gente se echa a la calle en masa para impedirlo... y ¿Porqué no se echan a la calle para pedir a estas empresas que reduzcan sus pornográficos beneficios para no tener que echar a gente? No, eso no. Es mejor que el gobierno, del signo que sea, ceda al chantaje de las empresas usando a la gente de ariete y escudo. Extraña relación entre condenado y verdugo, entre amos y esclavos.
Igual que "artistas" y discográficas... que ya en su día protestaron por la piratería, cuando apenas se llevan un 7 o un 10% de su obra. ¿Eso no es piratería? El resto, se lo quedan minoristas y discográficas. ¿Pero contra quien cargan las tintas? Contra la gente de a pie.
¿Y a quien amenazan constantemente con "trasladar" subidas de carburantes, impuestos y demás materias primas? a la gente de a pie.

Eso si, qué divertidas son las empresas. Capitalizan beneficios, pero socializan las pérdidas más rápido que nadie. ¿A quién deberíamos "trasladar" nuestro desprecio, quejas y manifestaciones? A las empresas. Las que siempre se van de rositas a la hora de subir sueldos, pagar impuestos y crear riqueza.

Pero eso si, culpad a Zp, Rajoy o a los que lleguen. Que así vamos a conseguir mucho.

jueves, 5 de junio de 2008

El telón de acero



He querido subir esta entrada hoy, 5 de junio, tras casi un mes de haber visto este vídeo.
Ya pasó la novedad, la codicia del reenvío, ya lo frívolo de los 15 segundos de gloria en nuestra bandeja de entrada. Es tiempo de verlo otra vez, escucharlo con atención y dejarse llevar por lo que implica. Lo que hay detrás de esas puertas que nunca parecen abrirse y la ausencia de una voz (amiga o enemiga), al otro lado de ese interfono condenadamente inanimado.

Algunos podrán decir que el montaje es tramposo, puesto que está ambientado con una música que le aporta un inmerecido tono dramático. Para mí al menos no. Para mí la música no hace sino reblandecer la capa externa de nuestra piel que se resiste a dejar pasar la cruda realidad. Impermeable, tras tanta agresión consentida y servida en bandeja ligera por los media. Y tan opaca como dicha bandeja, impidiendo arrojar luz sobre la barbarie humana.
La impenetrable, limpia y reluciente armadura de indiferencia (pero vacía de todo atisbo de empatía por el sufrimiento ajeno), se ha caído, en mí al menos, con estas sencillas imágenes.
No todos los días es uno consciente con tanta rotundidad de la fragilidad del ser humano. Y me hace plantearme inevitablemente qué sería de nosotros sin la tecnología que nos rodea.
¿Qué harías tú, por ejemplo, si te dejaran en mitad del desierto sin acceso a una fuente de agua, comida u orientación? Ni el instinto de supervivencia nos salvaría, pues anulado está.
Porque la misma tecnología que nos salva de la extinción (y esto aún está por ver), es la que casi mata a este anónimo ser que trata con desespero de abrir ese telón de acero tras el cual sólo hay un muro. Real y metafórico.

La verdad nos hará libres, pero la tecnología nos hará esclavos...
de nosotros mismos.

.

martes, 3 de junio de 2008

Un "Ramonismo"

Este fin de semana fui al Festival de Publicidad de San Sebastián. Sólo fui a pasarmelo bien, reencontrarme con viejos conocidos y petardear un poco... que por cierto, he acabado de pintxos hasta las narices... el caso es que tuve un momento "Ramonismo" cuando, a la vuelta, me acerqué con una amiga a un kiosko de prensa a comprar la versión en pequeño formato de la revista Quo... más que nada porque 7h de tren desesperan a cualquiera.


Pues no me preguntéis porqué ni cómo, pero cuando abrí la boca, le dije exactamente a la kioskera (una mujer grandota, por cierto):
"Hola, ¿tiene el culo pequeño?"
Respuesta: "Pues hijo, ya me gustaría, ya, tener el culo pequeño..."

En fin. Yo tengo estos lapsus a veces.

lunes, 2 de junio de 2008

La Guía definitiva


Hace poco me compré un Imac... y cada día descubro nuevas facilidades, y me produce nuevos placeres (algunos de ellos sexuales, lo admito). Así que como homenaje al injustamente criticado Steve Jobs, os presento la Guía definitiva de los mejores trucos para sacerle el mejor partido al Windows Vista. Escrita por mi, claro. Sólo consta de dos capítulos, eso si.

Pasaos al lado blanco de la fuerza...
Fdo: Un ex-PCero.