martes, 6 de noviembre de 2007

Un metro es más que 100cm

El suburbano de Madrid esconde más de lo que parece. A veces no nos damos cuenta de que a pesar de que todos vamos como zombies, con nuestros mp3, libros, periódicos y pensamientos absorbiéndonos el cerebro cual babosa espacial, basta un pequeño detalle para sacarnos del letargo y compartir ese momento en el que todos compartimos una sonrisa.

Hace tiempo, estando yo absorto en mis pensamientos y el vagón no demasiado lleno ni demasiado vacio, entró en él un rumano equipado de un altavoz y una trompeta. Comenzó su presentación saludando, y diciendo: "buenas tardes, señora, señore... les voy a tocar un poco de MÚSICA POPULAR DE MI PAÍS, Romanía"... y claro, cuando empezó a tocar yo solté una carcajada, pero no me reia de él, sino de mi propia ignorancia puesto que desconocía el origen balcánico de "When the saints go marching in", que es la canción que empezó a tocar...

Pero lo que de verdad me hizo llegar a la conclusión de que en el fondo, por distintos que seamos, al final a todos nos conmueve lo mismo, fue que, en otra ocasión, entró en el vagón donde yo estaba una pareja de rumanos, esta vez acordeón en ristre, que se pusieron a tocar una animada canción a un volumen un pelín intolerable. De pronto, una niña pequeña de origen guineano que estaba enfrente de mi, casi un bebé de unos tres o cuatro años, empezó a gritar a su madre con angustia. Enseguida pensé que le asustaba el excesivo volumen de los músicos... la niña no paraba de golpear el regazo de su madre mientras gritaba, y la madre no hacía más que preguntarle qué le pasaba, y nunca se me olvidará la sonrisa estúpida que se me quedó cuando la niña consiguió por fin sacar del bolso de su madre un diminuto acordeón rosa con el que consiguió por fin acompañar a los rumanos...

Sé que os sonará ñoño. Pero en ese instante me invadió un profundo sentimiento de paz interior, de hermanamiento, de reconciliación con el ser humano, que me demostró, una vez más, que la realidad siempre supera a la ficción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que potito Món... el otoño esta haciendo estragos en tu Blog

Salu2 de mis partes

Kelly

Mon dijo...

Vuelve Ramon... tranquila, ya publiqué una nueva entrada que no es tan ñoña como esta...

hola holita, que diría Flanders... todo esto lo escribi a las 3am, no podia dormir. Y ahora estoy destroyed, of course...