martes, 20 de noviembre de 2007

Los terroristas de la felicidad

Un día más. Un vagón de metro cualquiera. Dentro del vagón una mujer joven (o ya no tan joven). Apoyada con desgana, como si el peso de todo el vagón descansara sobre su hombro derecho. En ese momento un joven (ya no tan joven), entra en el vagón y la mira con intensidad con sus profundos ojos azules. Ella se queda mirándole fijamente, manteniendo la mirada más de lo debido. Sintiéndose vulnerable y bajando el escudo. Rápidamente la aparta y se hace la distraída, lo que él aprovecha para dejar el libro que está leyendo y diseccionarla. Pelirroja, ojos marrones, esbelta. Parece oficinista. Ni muy alta ni muy delgada, atractiva... casi guapa. Pero él no está interesado, pues a pesar de su atractivo se ha fijado en el anillo que lleva en la mano. Y qué, piensa nuevamente. Pero... no... mejor no... rápidamente lo descarta. Poco tiempo y demasiadas molestias. Ella no tardará en bajarse en su parada, no sin antes ser pillada in fraganti mirándole en un par de ocasiones, y disimulando muy torpemente. Con sutileza se roza el anillo como recordando algo y se coloca en la puerta dejando pasar el tiempo suficiente como para mostrar un falso desinterés por él. Él la sigue con los ojos haciéndole ver que se da cuenta de su juego. Demostrándole que sabe que le ha estado mirando mientras leia su libro. En ese instante fugaz, casi furtivo, sus miradas se cruzan una última vez y se sonríen. Y ella se vuelve la mujer más feliz del mundo durante un par de segundos. Sigue teniendo imán. No quiere nada, pero se siente sexy aún. Y él sabe entonces que por un instante ha hecho sonreir a una desconocida. Con regocijo vuelve a su libro. Y como un un humilde terrorista de la felicidad no puede dejar de sonreir al descubrir que el título del libro que está leyendo no es otro que "el viaje al amor"...

8 comentarios:

Mon dijo...

Esta es una historia autobiográfica. Bajando al metro de Prosperidad vi la pintada, y la fotografie con el movil. Luego me sucedió lo que viene a continuacion...

Jesus Dominguez dijo...

Muy bueno. Todos nos hemos metido en una situación así, sin duda. Me encantó tu modo.

Me gusta el aire optimista del blog. Es una pena que este optimismo hasta me parezca original, pero es así.

Un saludo.

Mon dijo...

Si... más que optimista, relativista y, al menos lo intento, divertida. Mi forma de vestir mi vida (y por tanto mi blog), es con humor... para dos días que vamos a vivir, mejor reirse de todo. No creo que haya nada "intocable"... gracias jesus!

Tamaruca dijo...

Apúntate otro tanto; acabas de hacer sonreír a otra desconocida :)

Agatha Blue* dijo...

Fenómeno.

Todos necesitamos sentirnos sexys... observados, deseados...

Es algo que revitaliza... verdad?

A mi me entusiasma observar a la gente y sus comportamientos, e imaginarme historias aquí y allá... algún día me darán un bofetón.. por cotilla!

Me alegra tu vuelta Mon!!!

Agatha Blue*

Anónimo dijo...

willkomen, welcome, bienvenido... y gracias, te estabamos esperando!

Kelly

Anónimo dijo...

Optimista?... creo que no conoces a Ramón... es un criticón sin remedio (pero le queremos). Me ha encantado la historia, es tan cotidiana pero a la vez tan especial... es una visión preciosa del mundo.
P.D. por qué no te hiciste copy?

Mon dijo...

Pero critico con gracia, jejeje... Un copy (pa los ke no lo sepáis), es un redactor publicitario.

Pues no me hice copy porque además sabía diseñar, asi que... aun mejor. Pero sigo siendo copy frustrado... (o solo frustrado a secas?:-)