Los chinos

No sólo la carne que sirven en los chinos sabemos que no es pollo...(si tiene esa forma frito, como sería cuando el animal estaba vivo), sino que encima presumen de ello. Y si no mirad el flyer (si, mamá, si, lo que tu llamas "propaganda"), que un restaurante chino de mi barrio me dejó ayer en el buzón.
Pero esto solo es una prueba más de que la misma cultura milenaria que inventó el papel y los fuegos artificiales va camino de convertirse en el amo del mundo(ay, Bush, que equivocado estás). Son tan chulos que ya no les importa reconocer que dan gato por liebre en sus restaurantes, y hasta se mofan de ello en forma de logotipo. Cuando creemos que son medio idiotas por no saber pronunciar la r correctamente (hay aproximadamente 30.000 ideogramas de distinta grafía en su idioma), ellos está por dentro pensando: "si, si, yo seré disléxico, pero tú eres el gilipollas que está comiendo felino en salsa de ostras..."

Un gran estadista que conozco, mi amigo Maito, tiene una curiosa y estudiada teoría digna de otros grandes estadistas mundiales tales como Kissinger, Churchill o Torrebruno, que responde a la pregunta de ¿crees que los chinos invadirán el mundo algún día? La respuesta de Maito ante semejante reto es "Definitivamente si, porque hay más chinos que balas..."

Con dos cojones. Pero razón no le falta.