viernes, 15 de agosto de 2008

Va de record


Es cierto que soy una persona a la que, en general, no le gusta el deporte. Disfruto más con un buen libro, peli o conversación.
Tiende éste a resultarme repetitivo, previsible, absurdo. Sobre todo lo que rodea al deporte y no es en absoluto deporte, como las mujeres de futbolistas o la opinión de Pau Gasol respecto a la situación politica internacional. Tal vez salvaría al Volleyball, que no se porque me resulta apasionante y lo practico bastante bien, más no me vería ni loco dos partidos seguidos (a no ser que fueran de volley femenino... :-)

Precisamente el estar tan "alejado" de la manida "pasion por el deporte" me permite relativizar este mundillo y ejercitar mi derecho a la reflexión...

¿Exactamente qué hace diferente superar un record de 100m lisos de, por ejemplo, el numero de pinzas de la ropa que un ser humano puede soportar por todo su cuerpo? El pensamiento inicial de todo el que lea esto será: ¡hala! no compares... asi que os daré un par de segundos más antes de que vuestro hipotálamo piense por vosotros...
uno, dos, tres... y bien? seguro que hay tantas diferencias? Las hay, vaya si las hay. En las primeras se cobra, algunos millones. Están institucionalizadas. Se celebran olimpiadas de ellas. Etcetc. En las segundas, que yo sepa, sólo un libro con nombre de cerveza da fe de ellas.

Pero más allá de que "ser el hombre más bajito del mundo no es un deporte", os lo diré:

No hay diferencia entre superar un récord y otro.
Excepto que de pequeños, absorber leche por la nariz nos podía suponer un sopapo materno, y jugar bien al futbol o ser el más rápido corriendo en gimnasia era motivo de orgullo por parte de nuestros progenitores. Lo cierto es que me gustaría ver a Sergei Bubka comerse 50 perritos en menos de un minuto, a ver si es capaz...

Es injusto, la democracia no ha llegado al mundo del deporte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm... veo el post algo demagógico (un aspecto que a veces te puede, amigo mío, en tus escritos, jajaja), pero con pelín de razón. Pelín solo, ¿eh?

A ver, realmente no tiene nada que ver la superación física/atlética con comerse 1.000 perritos. Yo sería de los que te dijeran "¡Venga hombre, no compares!". Pero por otro lado soy de los que no comprenden la burbuja "marketinera" y mediática que se ha montado desde hace mucho tiempo alrededor del deporte. Aunque también pueda ser demagógico, soy de los que no comprenden cómo a un tío, por correr detrás de un balón uno o dos días a la semana, le resuelven la vida y le pagan lo que a mucha gente que maneja el coco, y creativa y artísticamente, además, jamás le pagarán. Que haya cantidad de artistas, e incluso trabajadores "normales", matándose por vivir... Y luego va un tío en calzones, suda un poco, y gana lo que gana... Me parece obsceno. Aquí los pro-sistema me dirán que claro, que lo que importa es que ese tío en calzones "produce", "da" a su empresa cantidad de dinero, por lo que se lleva lo que es justo para él. Mmm... como empezáramos en todas las empresas a pedir lo que es justo para el trabajador de base, lo que produce para su empresa, me parece que más de un jefazo y de ejecutivo de tres al cuarto, se debería quedar sin chalets varios, sin jacuzzis, sin aviones privados y sin tanto Mercedes-Benz. Lo malo de nuestra sociedad, los "dobles raseros". Para unos valen unas cosas, para otros no...

En fin. Que seguiremos tus actualizaciones.

¡Bye!

Señorita Puri dijo...

En China se comen 50 perritos en menos tiempo, te lo aseguro.

Lo malo es que suelen ser chihuahuas, yorkshires y fox terrieres.