domingo, 6 de enero de 2008

Miniaturas

Nos encantan los objetos cuyo tamaño no se corresponde con la realidad... o con lo que se espera de ellos. Y no, no estoy hablando de "Eh, ¿eso es un platano gigante, o es que te alegras de verme?

Nos encanta el perro gigante que linda con el Guggenheim de Bilbao, vemos una naranja enorme, o un lápiz del tamaño de un edificio y nos quedamos embobados mientras nos preguntamos "¿cómo han hecho para agrandar este citrico?"... bueno, yo si me lo pregunto... (de hecho cada vez que veo la mortadela hecha con forma de Mickey Mouse, me pregunto cómo coño la han hecho).

Aunque también nos maravillan las miniaturas... trenes en miniatura, coches, muñecas... hasta teteras en miniatura, para mayor placer económico de la editoriales que las convierten en un... ¿hobbie? Y cuyo precio es inversamente proporcional a su tamaño, y grande como el mueble que los contiene si logras llegar a fin de mes y acabar la colección.

Pero de todos, los mayores expertos en sobredimensionar las cosas son los periodistas.
¿Dónde quedaron las cornisas asesinas? Hubo una verdadera psicosis, alimentada por los medios de comunicación, que nos hizo temer por nuestras vidas cada vez que saliamos a la calle, temerosos de ser los proximos en ser aplastados por una endeble cornisa madrileña afectada inevitablemente por la aluminosis. O los ataques de pitbulls y perros asesinos varios... esta claro que la moda también afecta a estos profesionales que parapetados desde su ordenador, desde su cómoda oficina, cogen el tema que esta de moda haciéndose eco de él, y lo convierten en un problema de dimensiones globales sin serlo, en vez de salir a buscar la noticia.

Todo esto nos demuestra cómo la miniatura por antonomasia es la moral de dichos periodistas empeñados en sobredimensionar algo que deberia tener la importancia adecuada... no más, pero tampoco menos.

Y como toda excepcion que confirma una regla, rompo una lanza en favor de la sobredimension actual del tema del cambio climatico, a sabiendas de que, como toda moda, acabará por dejar de interesarles más pronto que tarde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira, tienes razón porque yo desde que leí que a una mujer le salió una serpiente de una tubería, ya no me baño por si acaso.

Mon dijo...

Jajajajaja...