Yendo en taxi hacia mi casa, el fin de semana, escucho una triste noticia que cuenta que un hombre de nacionalidad española disparó a dos ciudadanos rumanos con una escopeta. Le acusan de racismo, y sale hablando Esteban Ibarra, del movimiento contra la intolerancia, condenando el fatal ataque "xenófobo"... ¿xe-guro que fue xe-nófobo?
Vaya por delante mi total repulsa a todo acto de violencia verbal o fisica hacia cualquier ser humano, pero cuando escuchas la noticia completa, te dan ganas de darle una pedrada no al agresor, sino al señor Ibarra, ya que resulta que los citados ciudadanos rumanos apalabraron realizar una obra para el señor que les disparó con la escopeta, y cobraron por adelantado. Sin embargo no la llegaron a hacer nunca, asi que fue como robarle la pasta al buen señor. Aunque su reacción fue desmedida, llamemos a las cosas por su nombre, porque no fue un acto racista, sino un condenable acto de venganza por una situación injusta en la que el señor éste se sintió estafado. Porque pagar por adelantado una obra de estas caracteristicas, no implica racismo, sino, al contrario, presunción de buena fe hacia los rumanos ejecutores de dicha obra. Asi que a falta de más datos acerca del suceso;
¿Tenia que haber acudido a los tribunales? Si.
¿Debia dispararles? No.
¿Era un acto racista? Definitivamente, no.
Uno a veces no ve la realidad, sino lo que quiere ver (en este caso racistas por todas partes), asi que pobrecitos rumanos, que en este caso eran, simplemente, unos jetas...
lunes, 23 de febrero de 2009
jueves, 19 de febrero de 2009
El precio de la felicidad
Los bancos son esa clase de empresas que te niegan el paraguas cuando llueve y te lo ofrecen cuando hace sol. Hoy he salido del curro con la intencion de pedir una tarjeta de credito por un inminente viaje a USA. Por si acaso. Y la mujer ha consultado a mi oficina, sita en otro barrio, y le han dicho que "lo estudiarían". Y le he dicho: ¿perdona? me ofrecéis tarjetas sin pedirlas, y ahora que la necesito "¿la tenéis que estudiar?" me parece increible... en ese momento se ha sonrojado (creo que era nueva y aún no había venido el jefe a arrancarle el corazón al grito de Kali-maaaa), y medio se ha disculpado diciendo que no estan concediendo tarjetas con facilidad ahora, con la crisis. Ya. Pero ahí queda, la sensación de cabreo y frustración por hacerte sentir "insolvente" y encima necesitarles.
Refunfuñando he abandonado el banco y me he acercado a un puesto de churros cercano donde el churrero me ha obsequiado con la anecdota de que le llegaron dos rumanos y le pidieron ketchup para echar a dichos churros. Me los he papeado con un poco de azucar (casi me como el envoltorio, como Gurb), y me han sabido a gloria. Por un momento "se me ha desdibujado el mundo," como diría Mafalda.
-"Perdone, ¿Cual es el precio de la felicidad?"
-"1,50, caballero".
-"Fenomenal, ¿me pone una docena?
-"Sí, cómo no, y dos de regalo para el camino..."
Dile a Botín que la felicidad sólo cuesta eso. No te creerá en la vida.
Refunfuñando he abandonado el banco y me he acercado a un puesto de churros cercano donde el churrero me ha obsequiado con la anecdota de que le llegaron dos rumanos y le pidieron ketchup para echar a dichos churros. Me los he papeado con un poco de azucar (casi me como el envoltorio, como Gurb), y me han sabido a gloria. Por un momento "se me ha desdibujado el mundo," como diría Mafalda.
-"Perdone, ¿Cual es el precio de la felicidad?"
-"1,50, caballero".
-"Fenomenal, ¿me pone una docena?
-"Sí, cómo no, y dos de regalo para el camino..."
Dile a Botín que la felicidad sólo cuesta eso. No te creerá en la vida.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Corolario a cocacola
Ayer (Sara es testigo), escribí la entrada de cocacola en unos cinco minutos mientras esperaba a que me pasaran un curro. Fue una imprudencia y os pido disculpas porque me hubiera encantado desarrollarla adecuadamente. Asi que ahi van otros cinco minutos, por si aun no estáis lo suficientemente rayados con el tema:
Imagina por un momento que te despiertas y descubres que tu tostador se mueve solo. Sin estar conectado a la red. Es más. Ha decidido explorar su entorno y, unilateralmente, ha decidido establecer lazos con el escurrecubiertos... mientras tanto, la pastilla de jabon de tu baño ha abandonado la bañera y, tras meses de evolución, se han convertido en tu mascota. Muy limpita, eso si, pero al fin y al cabo hace un mes ¡sólo era jabon! una estática pastilla de jabón sin otra funcion mas que la de lavarte las manos. Por doquier se suceden escenas similares en las que vemos cómo las farolas aman a los parquimetros (ellas a ellos mas que al contrario, son unos tipos duros), y cuando te entra hambre has intentado comerte un bocata de chorizo y no has podido, puesto que se ha reproducido con el pan. Se han fundido en uno solo y han formado un superchorizo (luego acabó yéndose a la costa, y ahora creo que es alcalde electo de Marbella).
Ayer solo eran trozos de materia inerte, y hoy han EVOLUCIONADO.
¿Cómo, cuándo... y porque les ha entrado esa chispa de la vida?
(Dicho esto me voy a desayunar, pero-glups-no tostadas)
martes, 17 de febrero de 2009
Co-ca-co-la
La marca Cocacola es tan egocentrista que se autodenomina, con un par, "la chispa de la vida". Pero nada más lejos. De hecho nadie sabe a ciencia cierta cuál es la chispa de la vida.
No se me escapa que es un ardid creativo para dotar de contenido "holístico" a la marca, así como convertirla en algo inherente al ser humano (una Cocacola y una sonrisa, como si beber agua carbonatada con cafeina fuera un tema evolutivo, hay que joderse). Pero la mencionada "chispa de la vida" me da que pensar. A mi, y a gran parte de la comunidad cientifica. La teoria dice que estamos compuestos básicamente de carbono. Valga el símil con el carbon, como sustancia "inerte", para explicaros el concepto...
El quid de la cuestión es: ¿En qué momento de la evolución humana, o de la mezcla de la "sopa primigenia", es decir, el marasmo liquido del que surgió la vida, esta chispa fue "insuflada" a una simple asociación fisica de átomos "sin vida", que le confirió movimiento, interacción con el entorno, etcetc?
Y lo más curioso... ¿porqué? O ¿de donde vino? Es fácil culpar a Dios. Si existiéra estaría guay, pero no es el caso. Aunque a mi me choca casi más el hecho de preguntarme hasta qué punto es necesaria ésta chispa. Más aun teniendo en cuenta que los virus (véase foto adjunta), no se sabe bien lo que son. se cree que no son organismos vivos, ni son pluricelulares, ni nada de nada. Su única función aparente es sustituir las cadenas de ADN por su propio material genético. de ahi el potencial de éstos para la ciencia, más concretamente para la terapia génica...
A falta de otra explicación, y mal que me pese, me quedo con la de la cocacola.
No se me escapa que es un ardid creativo para dotar de contenido "holístico" a la marca, así como convertirla en algo inherente al ser humano (una Cocacola y una sonrisa, como si beber agua carbonatada con cafeina fuera un tema evolutivo, hay que joderse). Pero la mencionada "chispa de la vida" me da que pensar. A mi, y a gran parte de la comunidad cientifica. La teoria dice que estamos compuestos básicamente de carbono. Valga el símil con el carbon, como sustancia "inerte", para explicaros el concepto...
El quid de la cuestión es: ¿En qué momento de la evolución humana, o de la mezcla de la "sopa primigenia", es decir, el marasmo liquido del que surgió la vida, esta chispa fue "insuflada" a una simple asociación fisica de átomos "sin vida", que le confirió movimiento, interacción con el entorno, etcetc?
Y lo más curioso... ¿porqué? O ¿de donde vino? Es fácil culpar a Dios. Si existiéra estaría guay, pero no es el caso. Aunque a mi me choca casi más el hecho de preguntarme hasta qué punto es necesaria ésta chispa. Más aun teniendo en cuenta que los virus (véase foto adjunta), no se sabe bien lo que son. se cree que no son organismos vivos, ni son pluricelulares, ni nada de nada. Su única función aparente es sustituir las cadenas de ADN por su propio material genético. de ahi el potencial de éstos para la ciencia, más concretamente para la terapia génica...
A falta de otra explicación, y mal que me pese, me quedo con la de la cocacola.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Con-densación
Los seres humanos (entre los que a veces, solo a veces, me cuento), son seres imperfectos en su totalidad. Proliferan por doquier, mal que le pese a los gurús religiosos, variopintas explicaciones científicas que tratan de echar luz sobre el errático comportamiento humano. En suma vienen a decir que el amor no existe, que es solo quimica cerebral. O tratan de reconciliarnos con nuestro yo más "dopado", hormonalmente hablando, porque tanto los comportamientos violentos, como el sindrome pre-menstrual, por poner dos ejemplos, son "malas pasadas" de nuestro sistema endocrino.
Necesitamos conocer nuestro cuerpo, asi como nuestras carencias y debilidades quimicas. De esta forma, no tendríamos tantas discusiones, o peleas con nuestras parejas, y podríamos decir con toda tranquilidad: "No me hagas caso, son mis hormonas, en realidad no te quiero tanto...", y lindezas por el estilo. Mejor eso que arrepentirse... porque hasta que inventen el viaje en el el tiempo que nos permita evitar comentarios desafortunados, en el caso al menos de las mujeres y su SPM solo nos quedan los tampones, único "condensador de flujo" válido... pero que no soluciona en absoluto los excesos hormonales. Siguiendo esta línea argumentatoria altamente machista (aun pensando que nosotros también tenemos nuestros "días"), he diseñado junto con mi copy, Jose, esta camiseta para uso y disfrute del personal. Para que cuando tengáis una discusión con ella le mandéis esto, que seguro que se ríe... o no.
domingo, 8 de febrero de 2009
Lo han vuelto a hacer
Después de Potatismos, llega a nuestras pantallas... Njuta! y no mojamuta! ¿o es como te quedas tras usar la esponja hecha-en-china-que-raspa o las pantuflas que duran cien años sin desintegrarse en un basurero adyacente a tu ciudad?
Estos suecos...
Procrastination
(Visto en Teorías del absurdo)... Gracias, Patricia! :-)
Los anglosajones (amigos de ponerle nombre a todo, incluso a la nada, como este caso), llaman Procrastination (menudo palabro), al no-hacer. A postergar las cosas. A perder el tiempo de la forma más bella y complicada posible. Pasarte horas eligiendo un boligrafo adecuado para empezar a escribir una nota que te llevaría cinco minutos, o ponerte a ordenar los libros por colores... eso es procrastinar. Precioso video, que en si mismo es procrastination. Verlo es perder el tiempo. Pero de la mejor forma posible, porque el tiempo nunca se pierde, sino que entra y sale de nuestra vida solo cuando pasa demasiado despacio, o demasiado deprisa. El resto del "tiempo", ni nos percatamos de que existe. Sucede, como respirar, y punto.
Soy un firme defensor de estas pérdidas de tiempo. Me ayudan a ordenar ideas (a veces a tenerlas primero), a reflexionar acerca de la gente que me rodea, sus motivaciones, las mías, mi futuro, mi pasado... otra vez mi pasado... hace poco (procrastinando un ratico), me di cuenta de por qué me gusta tanto el dulce. Y la razón más logica, geneticas aparte, es que mi cerebro siempre está encendido. Con el consiguiente consumo excesivo de glucosa. No consume lo mismo un ordenador apagado que uno encendido todo el dia... Aunque a veces confieso que me gustaría no pensar en nada. Pero claro, ¿cómo se hace eso? ¿pensar en pensar en nada ya es pensar, no? ¿Y pensar en nada es procrastinar? No. Procrastinar es pensar en nada si esto sirve para nada. Y pensar en nada, buscado, persigue un fin. Desconectar, relajarse... pero no perder el tiempo.
De modo que escribir esta entrada del blog acerca de pensar para poder no pensar, es procrastinar... como lo es que tú estes leyendo esta entrada en lugar de aprovechar tu tiempo en hacer algo de provecho, como, digamos, emparejar calcetines. Y es que eso, amigo mio, si que es perder el tiempo...
jueves, 5 de febrero de 2009
Caretas fuera...
Os transcribo la opinion de Iñaki Gabilondo acerca de los bancos de este país... no tiene desperdicio. No se trata de ser de derechas, de ser de centro, de izquierdas... todos les sufrimos a diario con sus comisiones, intereses, hipotecas... y lo que es peor, que cada vez que nos sacan dinero, se comportan como si nos hicieran un favor.
"Por fin han hablado los bancos. Lo han hecho a través del presidente de la Banca, Señor Martín. Y nos han dejado los siguientes mensajes. Primero: el Gobierno lo ha hecho fatal. Actuó tarde y equivocadamente. Segundo: los bancos españoles son magníficos. Gracias a ellos no estamos tan hundidos como mereceríamos. Tercero: porque mereceríamos estar peor, dado que todos, empresas y familias, nos hemos endeudado demasiado, por encima de nuestras posibilidades. Bien. Dejemos el punto numero uno, referido a la actuación del Gobierno, de la que se ha hablado y se habla sin cesar. Aceptemos el número dos, el que alude a la alta calidad de nuestro sistema bancario, aunque no acertemos a entender por qué hay que ayudarle si sigue ganando. Y detengámonos en el punto número tres. Henos aquí, empresas y ciudadanos, culpables por haber sido seducidos por todas las tentaciones desplegadas por el sistema financiero. Los que ofrecían el dinero regalado, los que nos engatusaban con créditos irrechazables, por encima del valor de la vivienda, los que se hicieron de oro con nuestra ingenuidad, ahora nos culpan. Y eso no lo hizo un banco, o dos. Lo hicieron todos. El que comete errores debe pagarlos, se ha atrevido a decir el presidente de los banqueros, en representación de quienes nos incitaban a endeudarnos. Y aquí viene lo más gordo: dice que ellos ya sabían que todo era un disparate, pero qué podían hacer. La inmensa clase media que, sin experiencia financiera, puso en sus manos el primer dinero que veía en su vida, ¿fue avisada de algo?. Cada cliente, un amigo, afirmaba la publicidad. El Gobierno, ciego por narcisismo, y los bancos, con los ojos cerrados por interés, nos llevaron a todos a la ceguera. Y ahora nos lo reprochan. Cuando la sociedad lo está pasando mal, los comentarios del Señor Martín sobre el endeudamiento culpable de los ciudadanos es casi una ofensa. Máxime cuando, en efecto, nuestros errores los pagamos nosotros, bien que lo sabemos. Pero hemos aprendido que los suyos, los que cometen los bancos, los pagamos nosotros también."
"Por fin han hablado los bancos. Lo han hecho a través del presidente de la Banca, Señor Martín. Y nos han dejado los siguientes mensajes. Primero: el Gobierno lo ha hecho fatal. Actuó tarde y equivocadamente. Segundo: los bancos españoles son magníficos. Gracias a ellos no estamos tan hundidos como mereceríamos. Tercero: porque mereceríamos estar peor, dado que todos, empresas y familias, nos hemos endeudado demasiado, por encima de nuestras posibilidades. Bien. Dejemos el punto numero uno, referido a la actuación del Gobierno, de la que se ha hablado y se habla sin cesar. Aceptemos el número dos, el que alude a la alta calidad de nuestro sistema bancario, aunque no acertemos a entender por qué hay que ayudarle si sigue ganando. Y detengámonos en el punto número tres. Henos aquí, empresas y ciudadanos, culpables por haber sido seducidos por todas las tentaciones desplegadas por el sistema financiero. Los que ofrecían el dinero regalado, los que nos engatusaban con créditos irrechazables, por encima del valor de la vivienda, los que se hicieron de oro con nuestra ingenuidad, ahora nos culpan. Y eso no lo hizo un banco, o dos. Lo hicieron todos. El que comete errores debe pagarlos, se ha atrevido a decir el presidente de los banqueros, en representación de quienes nos incitaban a endeudarnos. Y aquí viene lo más gordo: dice que ellos ya sabían que todo era un disparate, pero qué podían hacer. La inmensa clase media que, sin experiencia financiera, puso en sus manos el primer dinero que veía en su vida, ¿fue avisada de algo?. Cada cliente, un amigo, afirmaba la publicidad. El Gobierno, ciego por narcisismo, y los bancos, con los ojos cerrados por interés, nos llevaron a todos a la ceguera. Y ahora nos lo reprochan. Cuando la sociedad lo está pasando mal, los comentarios del Señor Martín sobre el endeudamiento culpable de los ciudadanos es casi una ofensa. Máxime cuando, en efecto, nuestros errores los pagamos nosotros, bien que lo sabemos. Pero hemos aprendido que los suyos, los que cometen los bancos, los pagamos nosotros también."
martes, 3 de febrero de 2009
¿Sin una cena, ni nada, antes?
Cuando le vi me pareció mayor. Un hombre atractivo, aunque eso no es lo que más me importaba en ese momento. Con barba, como yo. Simpático. Para romper el hielo le dije a que me dedicaba, creativo publicitario. Su hija, más o menos de mi edad, también trabajaba en una agencia. Le interrumpí: "no te voy a mentir, es la primera vez que hago esto", le dije, algo nervioso. Él trató de tranquilizarme, en vano. "Tumbate, y quitate la ropa...", me espetó, algo brusco. Yo obedecí. Su seguridad respecto a lo que iba a hacerme me tranquilizó en parte. Solo en parte. "Estate tranquilo, no te va a doler," me dijo. Pero me mintió. No pude evitar gritar, y él me pedia que me calmara. Me duele, le dije varias veces. "Aguanta que ya termino..." Antes de que pudiera darme cuenta estaba subiéndome los pantalones.
No tienes nada. Sólo algo de hernia de hiato. Pero ya está. La colonoscopia ha terminado. Entrega este informe a tu médico de cabecera. Y no te preocupes, te has portado como un campeón...
No tienes nada. Sólo algo de hernia de hiato. Pero ya está. La colonoscopia ha terminado. Entrega este informe a tu médico de cabecera. Y no te preocupes, te has portado como un campeón...
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