Recientemente hemos asistido al lanzamiento de un par de zapatos a la cabeza del ex- presidente George W. Bush por parte de un periodista iraki, al tiempo que le llamaba perro. Su comentario, en respuesta a la agresión, ha sido algo asi como "son de la talla 43". Se ha reido al tiempo que ha afirmado, en un alarde de máximo cinismo, que su rechazo se produce precisamente porque ahora hay libertad en Irak. No solo no es asi, sino que el pentágono ha reconocido que han mentido en los datos acerca de la supuesta reconstrucción de Irak (aparte, claro está, de los miles de muertos que encima no han servido para nada).
Pero desde aqui condeno completamente el lanzamiento de ese par de zapatos. Me parece un error garrafal por parte de ese periodista puesto que como todos sabemos, habria sido mejor lanzarle un zapato de la talla 430 en vez de 43. Asi habriamos conseguido al menos que Bush el genocida muriera aplastado por un zapato del tamaño de una apisonadora...
lunes, 15 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Y si ya el dueño de dichos zapatos no se los hubiera quitado en 3 días, mejor.
Bush exclamó: "Ya me dijo mi amigo Ánsar que los Sapateros eran peligrosous!"
Eso: habría que lanzarle zapatos gigantes, malolientes, en los que hubiera meado un perro más grande y más feo que el mismo Bush. Eso como mínimo. BESOS, MON.
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