martes, 31 de marzo de 2009

El Planeta americano. Capitulo 2. CSI.


Por fin consigo llegar a la puerta de embarque, ¡Qué nervios! Tantos, que se me olvida dar de beber a la azafata ("buena chica", le digo), y me coloco en una ordenada fila con intención de embarcar.
Hay dos filas claramente diferenciadas. una para Business y otra para el pueblo llano. La gente de Business son aquellos que pagan un pastizal por volar a la misma altitud que tu, esperar la misma cola que tu, y tener el mismo jet lag que tu. Pero ellos pueden decir a sus amistades que han pagado por recibir su peso en cacahuetes.

Antes de pasar los arcos metálicos, un amable nazi de dos metros me sugiere que me quite el cinturón. Pita. me quito la billetera y el reloj. Pita. Decido quedarme completamente desnudo pero me dejo puesto el fajín de balas y los nunchacos. "It´s okay, sir", y paso sin problemas. Les dejo cacheando a una monja claramente sospechosa y me siento a observarles tranquilamente mientras me visto, esta vez de Talibán para evitar suspicacias. Uno de los guardias, ante mi sopresa, extrae de su bolsillo una linterna de luz azul, de esas que usan los de CSI para encontrar restos de semen. Acudo raudo a quejarme del trato recibido puesto que a mi nadie me ha preguntado si quiero comprobar si tengo restos de ADN en mi ropa (y eso que no me masturbo desde hace por lo menos 7 minutos).
Una vez comprobado que sólo el dinero que llevo encima tiene 7 clases distintas de semen (un par de ellas extraterrestre), pienso en lo afortunados que son los de Business. Como son ricos, follan más (teoria a comprobar cuando sea rico, por ahora solo ensayo), y a ellos sí les pasan la linternita sin preguntar...

Suertudos.

El Planeta americano. Capitulo 1. Burro grande...

No se si serán los efectos del jet lag (no creo porque solo he hecho escala en Holanda), pero empiezo a tener ganas de potar, dormir y estar despierto al mismo tiempo (no en ese orden necesariamente). Supongo que cuando llegue a Nueva York habré tenido tal desfase horario que el martes me parecerá sábado y encontraré interesante la programación de telecinco.

Lo primero que he confirmado es que las holandesas (al menos las del avión), comparten medidas de contorno y altura con un caballo percherón, y sin embargo no tienen la misma gracia o simpatía tirando de una calesa. Y lo peor es que el idioma tampoco contribuye a mejorar su atractivo. El neerlandés es una especie de dialecto élfico regurgitado cien veces, aderezado con unas cuantas palabras en inglés. Pero esto también afecta al inglés hablado que hablan, asi que cuando el piloto empezó a traducir al idioma de shakespeare las instrucciones, no supe si hablaba de salidas de emergencia o de invadir la Tierra Media (guardo el arco y las flechas en el portaequipajes pero me pongo en el pasillo, por si me reclama mi señor).

Tras un rato oyendo hablar holandés acabo por entenderlo mejor que el inglés remasticado que a todo trapo expulsaban los altavoces de la nave. Tras pedir a un amable señor que me alcanzara mi oreja, súbitamente dsprendida por los decibleios para evitar males mayores, me percato de que dichos altavoces suponen una dura competencia con el volumen de voz de algunos pasajeros (sobre todo españoles, la verdad sea dicha), así como con los motores del avión.
Para el que no haya viajado nunca en avión, estar fuera o dentro del avión no supone diferencia alguna desde un punto de vista acústico. Aunque fuera del avión es cierto que no viajas a la misma velocidad. Hace el mismo frio, pero lo haces a pie, o subido a lomos de alguna azafata holandesa despistada. Si relincha, es que no le importa, asi que podrá llevarte en su lomo de la T2 a la T4, e incluso parar a tomar algún refrigerio. Pero, eso si, siempre es aconsejable (nobleza obliga), dejarle un saco de alfalfa de propina...

lunes, 30 de marzo de 2009

Una rapida





Esta noticia de gmail es la prueba fehaciente de que las niñas cada vez maduran antes, y ya con doce años se pintan como una puerta... tanto que hasta la propia Hello Kitty se ha empezado a maquillar...

¿Qué será lo proximo, las "Bratz" cambiandose de ropa en el ascensor para que no las pillen sus padres?

Ah, no, que eso ya lo hacen...

Pd: Pronto volveré a la carga con nuevas "anesdotas" del planeta americano...

miércoles, 18 de marzo de 2009

Planeta americano

Estoy en nueva york hast nueva orden y con nuevo ipod, nuevas zapas, nuevas vistas, nuevas perspectivas...

Sed felices!!!!

jueves, 12 de marzo de 2009

Vértigos
















Vivir nunca resulta nunca sencillo. Nos pasamos el dia culpando a los demás, a dios e incluso al propio mundo de lo mal que nos va todo, cuando nos va mal (cuando nos va bien, qué listos somos, que suerte tenemos, etcetc). Y aunque lo cierto es que esta vida la hacemos nosotros, como actores principales de la nuestra y secundarios de la de los demás (a veces también secundarios de la nuestra), no es menos cierto que el azar que nos puso en esta parte del universo bien podría haberlo hecho en otro lado menos incomodo.
Al hilo de esta sarta de incongruencias (muy propias de mi caracter), vi el otro día un cartel en el metro que rezaba "Escalera de subida", que me provocó una serie de extrañas reflexiones, derivadas en parte del vértigo que produce vivir.

A saber:

-¿Realmente existe una escalera de tu vida? Agradezco a Metro de Madrid que me indiquen las escaleras de mi vida (en este caso, además, hablandome de usted). Pero dudo mucho que exista dicho término. Tampoco creo que exista el amor de tu vida, ni de su vida, ni de la vida de nadie. Y he amado como el que más, no os engañéis. Asi que menos aún una "escalera de mi vida", como tampoco hay un reloj de mi vida, ni unas zapatillas de mi vida...

-¿Siempre debe ser de subida? a veces me encantaría que la vida no fuera cuesta arriba, que alguna vez fuera llana, o bajar por ella en una bici sin tener que dar pedales... (por desgracia si esto ocurriera, probablemente descubriría que no tiene frenos justo dos segundos antes de estamparme contra un arbol).

-¿Por qué escaleras? ¿por qué no un camino en mitad del bosque? ¿O un agradable paseo por la playa? ¿o uno de baldosas amarillas?

La vida es como es, y sucederá estemos en ella o no. Asi que más nos vale acostumbrarnos, aunque le pidamos ser un poco menos hostil de vez en cuando.
Como dijo Gila cuando vió a un hombre tumbado en las vias del tren y éste le dijo: "Es que mi mujer me ha dejado"...
Pues te podía haber dejado en otra parte.

Pues eso.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Déjame, novato, que estoy escribiendo palabras falsas aqui...


Genial skecth de la hora chanante que nos demuestra que el surrealismo es esa cosa que nos diferencia de los animales... (afortunadamente para ellos).

Y ahora un ejercicio absolutamente inútil que solo sirve para demostrar nosequécosa, acerca de las palabras falsas que blogger nos obliga a meter a modo de contraseña.
¿Dónde quedaron "el pájaro está en el nido", "código rojo" o "abrete sésamo"?

No se hacen contraseñas como las de antes.

martes, 3 de marzo de 2009

De bellezas, amor propio y demás espejismos

Rara vez llegamos a ser conscientes de la imagen que alegremente proyectamos en los demás. Si bien es cierto que la imagen que nos devuelve el espejo es a su vez reflejada en nuestro cerebro, y éste lo vuelve a deformar acorde con nuestros anhelos, el hecho de que la gente nos encasille es una putada. Porque la gente, con su limitada mente, en su limitado mundo, necesita simplificar. No conceden segundas oportunidades, ni el beneficio de la duda. Ni siquiera siendo tus amigos.
Convives con ellos, y se dejan la toalla o la ropa interior tirada por todas partes. Pero joder, ¡qué bien ordenadito tienen el cajon donde sin preguntarte te han metido! que tratas de salir de él a toda costa, con fervor, con el ímpetu de un reo acusado falsamente. Pero te encuentras con respuestas del tipo: "pero si a ti siempre te ha gustado el melón" (cuando siempre lo has odiado), o "no podemos follar porque ahora te siento como amigo"(¿en qué momento te pedí que me metieras en ese cajon?), o "se pinta las uñas de negro siendo un tio, claro, como es tan moderno..." (cuando tu plato favorito es algo tan fashion como un bocata de chorizo).
Y asi me paso los días, tratando de entrar en cajones con el cartelito de "reservado el derecho de admisión" colgado en la entrada, y de salir de otros en los que te meten a empujones, o "a golpe de etiquetas".

Pero lo que me encanta es la anulación de toda multi-tarea. Si uno es capaz de hacer varias cosas medianamente bien, está perdido (que ves un cantante metido a actor, y dices: ¿pero éste no cantaba?). Pues señores mios, no se hacer fenomenal una sola cosa. No es mi estilo. No soy el mejor apretando tornillos, ni el más rápido corriendo 100m, ni un genio amasando fortunas. Hago varias cosas lo mejor que puedo. Escribo más o menos bien, soy razonablemente creativo y creo ser un buen diseñador. Pero también intento follar, cocinar y hacer reir a mis amigos con la misma intensidad y calidad (a veces, si la chica merece la pena, las tres a la vez). Y eso no me convierte en el mega-follador (el unico cajón en el que no me importa caer), en un cocinero de élite o en el sucesor de Buenafuente.

Asi que olvidaros ya de ser tratados bajo la presunción de inocencia. Y tratad simplemente de no etiquetar a nadie, si no queréis ser etiquetados. Pero sabed que me agota despejar dudas acerca de mi persona y aun asi "que quede el poso", la duda, el encasillamiento de turno.

Solo soy yo mismo. Con miserias y virtudes.

No tocarte.

Las leyes de la fisica son capaces, por si solas (así como su conocimiento y cumplimiento), de cambiar nuestra percepción del mundo que nos rodea. No podemos dejar de cumplirlas, eso no. No podemos rebelarnos contra la ley de la gravedad y de pronto empezar a flotar. podemos desafiarla, pero no es lo mismo. Con máquinas y artefactos varios, pero no "por nuestros santos cojones".
Además, el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, asi que ignorar que existe la gravedad no exime de tener los pies pegados al suelo. O decidir unilateralmente que podemos viajar en el tiempo, a la voz de "Ah, pues no tenía ni idea de que no se podía..."

Pero hay otras leyes fisicas que desconocemos y resultan engañosas, al menos ante nuestros sentidos. ¿Qué me diríais si os dijera que jamás habéis llegado a tocar a vuestra pareja, amigos, familia...?
De hecho ni siquiera cuando tecleo estas palabras estoy tocando el teclado. Porque los electrones de la capa externa de vuestra piel (ellos, como los planetas, orbitan alrededor de un nucleo de protones y neutrones), jamás llegan a chocar contra los electrones de la molécula de plástico que forma las teclas. Con su correspondiente cantidad de roña sobre ella, claro. Como mucho se combinan, se oxidan, sufren reacciones quimicas. El resto del tiempo actúan, al menos a nivel atómico, otras leyes como la electromagnética, que "empuja" los electrones del teclado sin tocarlos siquiera. Como dos imanes que siendo del mismo signo se repelen. Para que os hagáis una idea aproximada, cuando dejo reposar mi mano sobre la tuya, si nos acercáramos a nivel atómico comprobaríamos cómo la distancia real entre los electrones de mi piel y la tuya es solo comparable a la que existe navegando entre planetas. Pero, igual que los planetas, la fuerza de atracción entre ellos es suficientemente fuerte como para no necesitar acercarse más.

Así que si decido darte un beso sin tocarte, no mentiré.
Por más que mis labios rocen los tuyos... o mi piel sea tu piel.

lunes, 2 de marzo de 2009

Wrong



I was born with the wrong sign
In the wrong house
With the wrong ascendancy
I took the wrong road
That led to the wrong tendencies
I was in the wrong place at the wrong time
For the wrong reason and the wrong rhyme
On the wrong day of the wrong week
I used the wrong method with the wrong technique

La canción perfecta y el vídeo perfecto para describir
practicamente todos los LUNES de mi vida.